FSC-CCOO Sector Administración General del Estado | 15 enero 2025.

Distribución del remanente de productividad para el personal laboral en el INE

    En el día de ayer, y tras varias deliberaciones por correo electrónico, la Secretaria General nos informaba de que había alcanzado un acuerdo para el reparto del Remanente de productividad del personal laboral del INE, remanente de la partida destinada a trabajos que no sean de trabajos de campo. La propuesta de la SG ha sido aprobada, por UGT y CSIF, con el voto en contra de CCOO y CIG.

    27/11/2020.
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    Se trata del reparto de algo menos de 6.000 euros sobrantes de la partida de productividad de 58.000 euros destinados al personal laboral, unos 2.100 efectivos. Una cantidad absolutamente ridícula por el volumen de efectivos, si la comparamos con los 3,5 millones de euros de productividad del Organismo. Sobre la partida de productividad de trabajos de campo desconocemos si existe sobrante, pues esa productividad es opaca, y no existen que sepamos justificaciones individuales para su percepción, a pesar de que los hemos pedido reiteradamente.

    La propuesta de la SG llegó con muchas prisas, con cantidades distintas y sin justificar individualmente, lo que contraviene el Acuerdo de productividad de 2017, y dirigidas exclusivamente al personal laboral de informática de los Servicios Centrales y al de una Delegación Provincial. Desde CCOO indicamos que aceptábamos la propuesta siempre y cuando se justificara debidamente. Pero al mismo tiempo solicitamos también que la propuesta se ampliara a una persona de mantenimiento y a otra de limpieza (una vez que SG comprobara que habían prestado servicios presenciales durante la pandemia), al personal de informática de las Delegaciones que cumpliera los requisitos de especial dedicación y esfuerzo durante estos meses, y al personal de MNP que había tenido, y sigue teniendo, un papel fundamental en la recogida de datos de defunciones. Estos datos tienen un interés nacional prioritario ya que afectan a la política sanitaria, social y económica inmediata, una recogida de información que además se ha visto incrementada exponencialmente desde el inicio de la pandemia, y se exigía por imperativo oficial inaplazable. También pedimos información sobre otros casos de trabajadores y trabajadoras que pudieran ser susceptibles de percibir este tipo de remuneración por el carácter extraordinario o de especial urgencia de los trabajos que hayan podido realizar.

    La nula voluntad de SG para valorar nuestras propuestas se puso de manifiesto al eludir su responsabilidad de contactar con las Delegaciones para identificar al personal que pudiera ser acreedor, pretendiendo además desplazar la función de los Jefes directivos hacia quienes en ningún modo estamos autorizados a ejercerla: la parte social. El Acuerdo de productividad es claro a este respecto, estableciendo la obligación de que las propuestas y justificaciones deban formularse exclusivamente por los Jefes de los Centros directivos del INE. Igual de clara que la actitud de SG, que entiende que llegar a acuerdos es imponer unilateralmente decisiones que determinan un trato desigual a ciertos/as trabajadores/as respecto a otros/as. Y que además lo puede hacer con dinero público. Debemos pensar que no se ha comunicado nada al respecto a los Delegados/as Provinciales.

    Finalmente, UGT y CSIF, tras varias vacilaciones, han dado el visto bueno a la propuesta de la SG. CCOO no compartimos este posicionamiento, no podemos validar un trato desigual y sin una justificación de las diferencias de cantidad asignadas a cada uno de las personas receptoras. Sin embargo, la SG no tiene una responsabilidad en solitario de este proceder tan cuestionable, sino compartida. Por un lado con la SGTIC, a la que hemos de censurar su papel en la discriminación que ha permitido al personal laboral informático de las Delegaciones, pues hay medios sobrados para comprobar las personas que han contribuido en ellas a la implantación de la modalidad no presencial de trabajo. Por otro con algunos de los/as Delegados/as, por su actitud pasiva a lo largo de todo el año, a la hora de plantear propuestas de productividad al personal laboral, cuestión que denota desinterés por el personal y los incentivos.

    Otro nuevo ejemplo de malas prácticas laborales, que tendremos que revertir apelando a la sensibilidad de la Presidencia del Organismo.